foto

foto
Puede descargar nuestro programa aqui.

¿Quiere ver cómo se desarrolla nuestro viaje, y qué cosas vamos a visitar? Puede verlo en este video

miércoles, 20 de noviembre de 2019

DIA 9 DE VIAJE: MONTE SION Y MONTE DE LOS OLIVOS

Hoy hemos madrugado un poquito menos. El despertador ha sonado a las 07h00, porque nos dedicaríamos a la ciudad de Jerusalén por completo, y nuestra primera actividad iba a ser muy cerquita del hotel, por lo que Néstor nos ha planteado salir paseando a las 08h30 hasta el Monte Sión.



Recinto de la "YMCA", o "Asociación Cristiana de jóvenes", con ramificaciones por todo el mundo



Hemos salido del hotel y nuestra primera parada ha sido en Mamilla, un centro comercial al aire libre, junto a la Puerta de Jaffa, una de las ocho puertas de la Ciudad Antigua. Mamilla tiene permanentemente una exposición de esculturas a la venta, para quien desee comprarlas. Muchas de las piezas nos han llamado la atención por su originalidad.





"Mamilla" alberga una exposición permanente de esculturas en venta





Al llegar a la Puerta de Jaffa hemos entrado a la Ciudad Vieja y hemos bajado por David Street, una de las calles principales del Bazar de Jerusalén. El comercio empezaba a despertar, y muchas de las tiendas comenzaban su actividad.





Para ir al Monte Sión hemos tenido que cruzar dos de los cuatro barrios de la Ciudad Vieja, el Cristiano y el Judío; los otros dos son el Musulmán (ya os contamos que por ahí transcurría gran parte de la Vía Dolorosa) y el Armenio. Durante nuestro paseo, Néstor nos ha ido explicando cómo era la vida alrededor del Cardo, la arteria principal de la ciudad en aquellos tiempos.





Precioso mural que nos cuenta cómo era la vida en aquellos tiempos



Al llegar al Monte Sión hemos cruzado la puerta del mismo nombre, y nos hemos dirigido a la Abadía de la Dormición; esta iglesia, adquirida por una Orden alemana, está dedicada a la Virgen María y su ascensión al cielo en cuerpo y alma.











Nuestro paseo nos ha llevado hasta la Tumba de David; como en el Muro, las visitas están separadas por sexos, hombres a un lado y mujeres al otro, y los hombres tienen a su disposición unas “kippas” que luego puedes llevarte de recuerdo.

"La sinagoga sefardita de Monte Sión establecida durante a Guerra de la Independencia, 1948". Los sefarditas eran los judíos que salieron de España (o "Sefarad")






Junto a la Tumba de David se encuentra el Cenáculo, el lugar de la Ultima Cena. En el recinto podemos contemplar, entre otras cosas, un árbol regalo de San Juan Pablo II. El tronco del árbol simboliza la Fe, y sus tres ramas representan a las tres grandes religiones monoteístas (cristianos, judíos y musulmanes). Es una bonita alegoría sobre que Dios es Dios, y puedes adorarle de diferentes maneras.




Lugar que indica la dirección de la Meca. En el Cenáculo encontramos elementos de diferentes religiones

El árbol regalado por S.S. Juan Pablo II en su visita en el año 2000


Hemos regresado a la Ciudad Vieja por la misma Puerta de Sión y nos hemos dirigido al Muro. ¡Cómo cambia el Muro de visitarlo de noche a visitarlo de día! Había mucho ambiente, para ser un martes a mediodía, pero es que el Muro tiene visitantes las 24 horas del día, los 7 días de la semana…








Hemos hecho una parada para comer en el Restaurante Golden City, con un buffet muy sabroso y unas vistas desde la terraza muy interesantes sobre los tejados de la ciudad.


Tras el almuerzo, hemos cogido el bus para dirigirnos al Monte Scopus. “Scopus”, en hebreo, significa “vigilantes” u “observadores”. En su momento tuvo una gran relevancia como enclave militar, y en la actualidad alberga a la Universidad Hebrea de Jerusalén, que tiene más de 20.000 estudiantes. Sus vistas son espectaculares, desde allí se observa muy bien la cúpula dorada del Domo de la Roca, en la Explanada de las Mezquitas.





Desde aquí se contempla perfectamente la Explanada de las Mezquitas, sobre el Muro de los Lamentos

Cementerio judío en la ladera del Monte de los Olivos


Seguimos bajando, con el bus, hasta la iglesia del Pater Noster, en el Monte de los Olivos. Es un recinto custodiado por monjas francesas en donde encontramos en cerámica el “Padrenuestro” en infinidad de lenguas. No nos hemos dedicado a recorrer el recinto entero, nos hemos conformado con localizar el Padrenuestro en español, ¡y en aragonés! ¡Oye, qué ilusión nos ha hecho! ¡Como cuando oímos jotas fuera de casa…! Muchos compañeros no han querido marcharse sin fotografiarlo.






Continuando con nuestro paseo, cuesta abajo por una pendiente con una inclinación tremenda, hemos llegado al recinto de Dominus Flevit (en latín, “El Señor lloró”). Aquí se encuentra una capilla con forma de lágrima, obra del arquitecto Antonio Barluzzi, que indica el lugar donde Jesús lloró por Jerusalén a la vista de su muralla. Desde luego, las vistas son espectaculares…




En el Monte, en nuestro descenso, hemos pasado por un cementerio judío. La tradición cuenta que cuando llegue el Mesías y entre en la Ciudad, comenzará el Juicio Final y la resurrección, y que los primeros que resucitarán serán los que más cerca estén. Por eso todo el mundo desea enterrarse lo más cerca posible de la Muralla.


Al llegar al final de la cuesta nos encontramos con el Huerto de los Olivos, en Getsemaní. “Getsemaní” significa “prensa de oliva”. Aquí nos recibe un conjunto de olivos, junto a la Basílica de la Agonía (¡cómo no!, de Antonio Barluzzi), en la que se halla la Piedra de la Agonía, donde Nuestro Señor Jesucristo sudó sangre. Es una basílica que también es conocida como “Iglesia de las Naciones”, en la que muchos países, entre ellos España, aportaron fondos para su construcción. En este enclave privilegiado hemos celebrado la Misa.







Rosetón con el escudo que simboliza la aportación española. Está en la cúpula del centro de la Basílica

Celebrando la Misa sobre la Piedra de la Agonía

Al salir, hemos rodeado el Huerto y nos hemos dirigido a una iglesia ortodoxa muy cercana, donde se encuentra la Tumba de María. La iglesia es muy bonita, típica ortodoxa con infinidad de lámparas, junto a la cueva donde se quedaron dormidos los discípulos que deberían estar haciendo guardia, velando por Jesús, el día de su prendimiento.







Iglesia ortodoxa que alberga la tumba de la Virgen María. 


El interior de la iglesia es fascinante...

Bajo este altar se encuentra la tumba de la Virgen María






Ya eran las cinco de la tarde, noche cerrada, cuando hemos salido de la iglesia y, reventados, hemos cogido el bus para retirarnos al hotel a descansar. Bueno, descansar-descansar, lo que viene siendo descansar, no sabemos, porque tras la cena un grupo de compañeros se ha acicalado y se ha ido a pasear por Jerusalén-la-nuit, apurando nuestra estancia en esta bella y mística ciudad. Lo que han hecho, bueno, como dice aquel, “lo que sucede en Jerusalén, se queda en Jerusalén”. ¿O era en Las Vegas? No importa, también nos sirve, ¿o no?

Mañana cerramos el círculo con la visita de Betania, donde celebraremos la Misa, continuando con Masadá, y rematando con un almuerzo y baño en uno de los balnearios del Mar Muerto. También lo contaremos por aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario