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¿Quiere ver cómo se desarrolla nuestro viaje, y qué cosas vamos a visitar? Puede verlo en este video

sábado, 16 de noviembre de 2019

DIA 5 DE VIAJE: PETRA Y MADABA

Las vistas al amanecer desde nuestro hotel son impresionantes…


Lo de madrugar se ha vuelto ya parte de nuestra rutina; 05h30 levantarse, 06h00 desayuno, 07h00 saliendo del hotel… ¿No se suponía que estábamos de vacaciones? En fin…



Si habitualmente no nos está costando un gran esfuerzo, hoy menos todavía, porque íbamos a realizar una de las visitas soñadas por más de medio mundo: Petra, la ciudad rosada, la ciudad de los nabateos, una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno, junto con la Gran Muralla china, Chichén Itzá (México), el Cristo Redentor (Rio de Janeiro, Brasil), el Coliseo (Roma), Machu Picchu (Cuzco, Perú) y el Taj Mahal (Agra, India).

Nader, un poco picajoso, dice que en una votación mundial Petra quedó en segunda posición, por detrás de la Gran Muralla, porque los chinos son muchos votando y los jordanos poco más de una gran familia…

No hemos dirigido en bus al parking de autobuses sobre el Museo de Petra, junto al edificio de Atención al Visitante. Pese a lo temprano de la hora, la entrada bullía ya de turistas ávidos de hacerse un selfie con el Tesoro.





El recorrido es impresionante: un primer tramo en el que se ven las tumbas a ambos lados del camino, junto a lo que resultaron ser pequeños espacios para los vigilantes de la entrada de la ciudad; un segundo tramo que serpentea por un desfiladero angosto, en el que Nader nos ha ido explicando el sistema defensivo de la ciudad, cómo se proveían de agua, y cómo cayó la ciudad invadida por los romanos; y un tercer tramo, que comienza a la salida del desfiladero, en el que nos hemos sentido un poco Harrison Ford en “Indiana Jones y la última Cruzada” al atisbar, entre las rocas, la majestuosidad del “Tesoro”, el edificio más famoso de la ciudad. Os dejamos disfrutando de las fotos:





El grupo, a la entrada del Desfiladero

Hay opción de ir a caballo o en calesa (y, desde este año, también algún carrito eléctrico). Pero lo que "mola" es hacerlo andando...

... porque la experiencia es alucinante, viendo la diversidad de colores de la piedra a lo largo del recorrido.



En algunos tramos hay restos de la calzada romana





Una de las sorpresas del camino: una roca con forma de pez...

...que al mirarla desde otro ángulo, se convierte en un elefante






El "Tesoro", asomándose tímidamente entre las rocas



Foto desde las alturas, cortesía del compañero Juanjo. ¿A que es majestuoso? Y tallado directamente en la roca...


El grupo, sobrecogido, admirando la belleza del monumento. Fijaros en sus caras en la siguiente secuencia de fotos










Pese a lo que muchos piensan, el "Tesoro" no es el final, sino el primero de una larga cadena de edificios esparcidos a lo largo del valle







Bye bye Petra, ¡gracias por permitirnos disfrutar de tu belleza!

Como el día anterior no pudimos llegar a Madaba, hemos cambiado nuestros planes originales y, en vez de comer en el restaurante del fondo del valle, estaba previsto salir a buena hora de Petra, comer en un restaurante de la carretera y poder llegar a Madaba, a ver el Mosaico de la Tierra Santa, en el suelo de la iglesia de San Jorge, ortodoxa.

Pero “el hombre propone, y Dios dispone”, y la mala fortuna ha hecho que nuestra compañera Charo tuviera un percance, se tropezara y al caer se fisurara (eso lo supimos después, con unas radiografías y posterior escayola) un hueso del brazo derecho, por lo que hubo que trasladarla al hospital en una ambulancia. Además, un pequeño “encontronazo” con un comerciante beduino a la salida de Petra, que ha obligado a Fernando a tener que pasar un ratito de “tertulia” con la Policía en dependencias policiales, nos ha hecho retrasar nuestra salida de Petra algo más de una hora sobre el horario previsto, lo que ha hecho que tuviéramos que replantear de nuevo el plan del día. Si parábamos a comer, perdíamos la visita de Madaba, por lo que por unanimidad todos hemos estado de acuerdo en cambiar la comida por un picnic dentro del bus (la logística aquí ha funcionado perfectamente, con una parada para recoger los picnics y aprovechar a ir al baño que no nos ha demorado más de 7 minutos). ¿Resultado? Hemos entrado por la puerta del recinto de la Iglesia de San Jorge a las 16h30, sobre la hora de cierre del servicio de venta de entradas. Es justo decir que aquí Nader ha jugado un papel importante, ya que ha arrancado el compromiso al taquillero de que nos esperara si nos retrasábamos unos minutos, pero al final no ha hecho falta, y hemos podido contemplar la maravilla de mosaico que indica los lugares más significativos de la Tierra Santa. 





Nader nos ha dado una explicación previa en una sala con un póster del mosaico, que luego hemos podido ver in situ. ¡Qué maravilla!



















Y a las 17h00, con el cierre de la iglesia (nos han echado literalmente para cerrarla), nos hemos dirigido de nuevo al bus para trasladarnos a Amman, donde pasaríamos la segunda y última noche de nuestro viaje por tierras jordanas.




Hoy todos estábamos reventados, pero felices como perdices. Y mañana, ¡Jerusalén! Seguiremos informando…

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